Primero fue olvidarme de tu voz
luego de la dirección del remolino de tu pelo
de la marca debajo de tu ojo izquierdo.
El tono vivo de tus labios
no distingo el tacto de tu piel ni la temperatura
de tus brazos dormidos rodeándome en invierno.
No es real el reflejo. Tus ojos
tus manos un invento
no estás ni vas a estar.
Lejos todo deseo de volver
encontrarte en el camino de regreso
No más besos en la frente, ni
caricias descendiendo por la espalda
mordiscos en el cuello ni noches de desvelo
no hay abrigo, no hay frío
no hay excusa para vernos
no hay perdón de no vernos
no hay castigo
hasta que nos olvidemos.