En mis marcas están los relojes que recuerdan
Que nunca llego a tiempo
Siempre es tarde
O muy temprano
Nunca el momento perfecto
Donde las consignas se responden
Donde se resuelve el enigma
El significante vacío
De la vida llena
De todo lo incuantificable
De lo que desborda
Lo que sucede en los límites de la existencia
Al exterior de mi cuerpo marcado
Por el tiempo
Y sus inclemencias
Cuando me vuelvo contingencias
De una vida que sucede veloz
Y de un cuerpo aletargado
Marcado de agujas y dígitos
De cientos de relojes malditos
Que dan forma al autómata que tiene mi nombre