Con inocencia salta
y todo su cuerpo se crispa por el aleteo del insecto
observamos la escena desde fuera.
Mi gato resuelto y feliz captura el aguacil que entró desde el jardín recién llovido
Pasa minutos jugando mientras el cuerpo del insecto vibra y hace un sonido
que al gato más entusiasma.
Sentimos que somos camarógrafos que no interfieren en el curso de la naturaleza.
Un gato de ciudad, un insecto de jardín de temporada.
Nosotros siendo vistos por otros ojos, a los costados los vecinos dicen cosas.
Todos los gatos cazan, el mío no me trajo un obsequio,
juega feliz hasta que su compañero yace contra el piso.
Todo el día el pequeño cuerpo estuvo cerca de la puerta hasta que rápidamente sus colores se degradaron.
Mi gato no tiene dimensión de la muerte.