No podía dormir
comencé a sentir un calor incómodo y sed
bebí de la botella que tengo al lado de la cama.
Afuera se escuchó una sirena,
seguí bebiendo,
me levanté para distraerme y
desde el balcón ví una enorme nube sobre la ciudad,
del extremo izquierdo, llamas de color rojo manaban como un grito en medio de la noche.
Apenas comenzaba a llover.
Me serví un vaso de agua y parada junto a la ventana ví cómo los camiones de bomberos
uno tras otro, cruzaban con velocidad las avenidas.
Paulatinamente, la nube empezó a motear
y poco a poco la noche
volvió a silenciarse.